domingo, 8 de junio de 2008

Una nueva vida

Tras la caída del señor tenebroso, ninguno de ellos mostraba señales de estar preocupados. Cada uno había seguido su vida adelante para olvidarse de tanta muerte. Sin embargo, el momento en que decidieron reunirse para la prueba de aurors fue un poco incomoda.

Harry y Ron estaban viviendo en habitaciones separadas, pero mismo departamento muggles. Habían decidido manejarse un tiempo con los muggles para tomarse la libertad de charlar de sus próximos planes. Cada uno tenía la misma razón por la cual ir al ministerio. El ser auror implicaba la mayor concentración posible de encontrar, por ahora, a la mayor parte de los mortífagos que sobraban, que podía encontrarse en cualquier lugar.

Alquilaron una pensión cerca de donde vivía Hermione, esta ya había ido a buscar a sus padres y comentado de la muerte de Voldemort. Una de las razones por la cual los tres amigos vivían tan cerca, sin contar que Ron estaba en su noviazgo con Hermione, era saber que harían en el futuro. Hermione ya había decidido que iba a trabajar como Defensora de las Criaturas Mágicas. En cambio, Ron y Harry iban a presentarse como aurors.

Unos días antes de la prueba, Harry había recibido dos cartas muy importantes. La primera contenía un plano de tristeza. La muerte de uno de sus antiguos compañeros de casa, Seamus, lo había sorprendido tanto a Harry como a Ron. Sin embargo, Hermione fue la que lo lloró, no por ser íntimamente amigos, sino para desahogarse de tanta muerte que Voldemort había producido.

La carta había sido enviada por su amigo Dean:

Harry Potter
1256 Placeground
19 de mayo

Querido Harry:
No se si ya te has enterado de la mala noticia, pero nuestro amigo Seamus falleció anteayer en una pelea de mortífagos.
Todo paso cuando estábamos ambo almorzando. De repente, interrumpieron dos mortífagos. No tengo idea de cómo sabía que allí había magos que pelearon en la segunda guerra, pero los enfrentamos por un buen rato. Llevaban puesta su mascara y por eso no sabíamos sus identidades, aunque uno después me enteré que era Amicus.
Nos había agarrado desprevenidos, y empezamos a combatirnos, pero un Avada Kedavra alcanzó a Seamus, y lo mataron. Luego de 5 minutos de seguir batallando, todavía no había visto a Seamus muerto, aunque arremetí con todas mis fuerzas a Amicus que lo deje inconsciente. El otro mortífago seguía luchando pero cuando vio que los aurors ya estaban llegando, escapó.
En fin, el funeral se realizará mañana por la mañana en Hogwarts. Lo enterramos allí porque el hubiera querido ser enterrado en dónde fue un verdadero mago.
Espero verte allí y por favor avísale a Ron y Hermione.
Un saludo
Dean



Luego de esta, le había llegado otra, lo contrario de la primer carta, era que estaba echa con felicidad. Harry había deducido que Neville no se había enterado todavía de la muerte de Seamus, pero que pronto se enteraría.

Harry:
Soy Neville y les tengo una propuesta muy interesante. ¿Qué tal si nos proponemos para aurors tu, Ron, Seamus, Dean y yo, ya que por lo que se, quedan algunos mortifagos por ahí sueltos? Sonara una idea descabellada, pero todos nosotros hemos aprendido mucho con tus enseñanzas en 5º, y la batalla contra Voldemort nos ha hecho mas invencibles, así por decir.
Al principio me había replanteado en ser maestro de herbología en Hogwarts, pero lo he pensado bien, y creo que voy a seguir el camino que tomaron mis padres.
Contéstame lo más rápido que puedas porque iré la semana que viene.

Un saludo

Neville


PD: Avísale a Ron, y si quieres, a Hermione, aunque dudo mucho que venga.

Harry releyó tres veces la carta, como para no perderse ningún detalle. No le parecía tan mal la idea, pero con lo que le había pasado justo a Seamos, no creía que Dean aceptaría, y sinceramente, el quería esperar un rato mas, así podrían ir los 4 amigos juntos.

El día pasó muy rápido. Harry y Ron casi ni se hablaban, y Hermione no probó ni un bocado.
A la noche, Ron la había invitado a cenar para arreglar como iban a ir mañana, pero ella se negó a ir alegando que tenía mucho sueño. Ron puso mala cara, pero Harry le hizo entender que le tenía que dar algo de tiempo para superar lo sucedido.

-Es que nunca pensé que podía haberle afectado tanto- replicó Ron- Es como si hubieran sido muy unidos, pero por lo que se, el no estuvo con ella.
-Tal vez si Ron, igualmente yo también estoy muy apenado por la muerte de Seamus-dijo Harry.
-Yo no digo que no lo esté, pero pensé que se le iba a ir pasando si estaba conmigo-dijo Ron
-No sos la solución a todos los problemas- se rió Harry.
-Jaja, muy gracioso - dijo en un tono irónico- Buenas noches.

Dicho esto, Ron apagó la luz y se sumió en un profundo sueño. Harry se quedó pensando en como iba a hacer para presentarse en aquel funeral, y mientras mas pensaba, mas se estaba por dormir, hasta que un sueño le invadió la mente dejándole todos los pensamientos de lado.

jueves, 15 de mayo de 2008

353 Lesbrant

(Aviso: Este historia la voy a contar cambiando seguidamente de personajes, primero Harry James Potter y luego Richard Simon Sydney)

Mientras dos personas iban caminando por la noche desierta en la calle Lesbrant, alguien más los estaba siguiendo. Ya se habían dado cuenta de su presencia, porque era inevitable para dos magos en esa oscura noche no ser seguidos. Sin embargo, también sabían que la persona que los seguía no era alguien que quería lastimarlos sino alguien que estaba allí por curiosidad.

- Cada uno tiene su método para actuar – comentaba el primer mago- Kingsley, pues, es extraña su forma y única. No podemos hacer nada ni quejarnos de nada, además de que Lord Voldemort ya ha muerto, y que el allá asumido como ministro nos simplifica mucho mas las cosas a nosotros ya que varios mortifagos se fueron del pueblo huyendo despavoridos.

El hecho de que ya nombraran a Lord Voldemort por su nombre, era porque el sistema de los mortifagos para capturar a los magos, era usado reversiblemente haciendo que estos cayeran allí, asi podrían ser capturados. Igualmente, ninguno de ellos aparecía por temor.

- Si, pero su manera de manejarnos es un poco floja. Nos mando a buscar a todos los mortifagos en este país, pero ninguno de nosotros fuimos a buscar en otros países donde probablemente estén escondidos allí.- respondió el segundo mago.

- ¿Quien dijo que no?- contestó el primero – Mandaron escuadrones especiales hacia Albania y los países cerca de ahí que eran donde posiblemente se encontraban, Art.

El chico escucho con atención el nombre Art, y lo anoto en su pequeño block que llevaba guardado en su mochila por si acaso.

- ¿Cómo no pude enterar de eso? – preguntó Art.

- La operación fue en secreto para que nadie se enterase, y por lo que veo dio bastante resultado ya que aurores tan entrenados como yo sabemos de su existencia-.

“Aurores, que palabras tan extrañas” pensó el niño, aunque también la anoto en su block.

- Bah, no vayas alardeando, si tu seguramente te enteraste por tu noviecita que es mas capaz de hacer un hechizo desmemorizante que tu-

“Por dios, que palabras mas extrañas iban diciendo estos dos. Dudo mucho que no se hayan drogado o tomado varias copas”.

- Lo admito- reconocía el primero- pero ella es muy poderosa y fue con los escuadrones. Además, tuve mejores notas que tu en Hogwarts.

- Si, porque te copiaste de Billy Madison, ese si que era un traga, como lo llaman los muggles.

Los dos estallaron de risa. “¿Qué les pasaba a estos dos tipos? ¿Qué era eso de Hogwarts y qué significaba muggles? Lo mejor era irse rápido de ahí.
- Me he enterado que Potter se iría del colegio para representarse como auror- comentó asi por pasar el primer mago.

- ¡Ah! Si, claro. Él y sus amigos, Weasley, Lomgbottom y Dean harán la prueba. Yo mismo seré uno de los que los supervisare. Creo que Potter no va a tener muchas dificultades después de derrotar a Voldemort.

“Otra vez el nombre Voldemort, ¿quién habrá sido? Será alguien de algún equipo de fútbol que jugará bien, y que fue derrotado por un tal Potter”.

Siguieron hablando por la calle aproximadamente por cinco minutos. El niño los seguía con mayor interés sigilosamente, escuchando todo lo que podía, aún sin entender alguna palabra.
Se detuvieron en una puerta ancha y con el 353. El primer mago saco la varita y empezó a pronunciar hechizos que el chico no entendía.

- Vamos- dijo el mago cuando abrieron la puerta.

-Espera Félix, nos olvidamos de algo- comentó Art.

- ¿Qué? ¡Ah! Claro.- recordó el hombre supuestamente llamado Félix.

Ambos magos se dieron vuelta entorno a donde se encontraba el niño.

- ¡Lumos! – dijeron al unísono.

La oscuridad dejo de ser oscuridad para ser un lugar lleno de luz. El niño quedó expuesto a los dos magos sin saber que hacer y sorprendido por como esas personas habían manejado la varita. Ambos empezaron a reírse.

- ¿Qué hacemos con él? – inquirió Félix.

- Creo que será mejor que no recuerde nada – respondió Art.

- Bueno, pues entonces…. ¡Obliviate!